Selección de la obra poética de Juan Gelman

Tango by Willem Haenraets


Juan Gelman (1930 -2014)  fue un extraordinario poeta, periodista y traductor  argentino  de una expresividad incomparable quien obtuvo el mayor reconocimiento en el mundo hispanoamericano de las letras durante  las últimas décadas y que por cierto  tuve la oportunidad de escuchar en un recital  durante el XV Encuentro de Poetas del Mundo Latino organizado aquí en la ciudad de Aguascalientes en noviembre del 2011.  De sus múltiples libros enlisto una recopilación personal en la cual podemos dilucidar el carácter poético de su obra en donde encontramos elementos tan cotidianos  de la poesía social, el exilio,  el dolor de la muerte,  el amor y el erotismo sometidos al vértigo del lenguaje.



HACE FRÍO EN ESTA ZONA DEL PAÍS...

hace frío en esta zona del país
donde tu cuerpo no está y hace falta
el calor de tu cuerpo y no vivo
dolorido o arrepentido o triste sino
solo nomás

hemos aprendido a tenernos
hemos aprendido a perdernos
¿por qué hace tanto frío mi dios?

no comprendo qué pasa los cosmonautas
rajan la noche por encima de aquí
y nosotros
que no hemos salido al espacio

que no hemos salido a tocar las estrellas
que ni siquiera hemos salido de esta casa
temblamos como locos crepitábamos

como cegados por el sol
desnudos puros sin hablar como bestias
o mundos
girando en la paciencia universal.



 XVII

con la madrugada
han empezado otra vez los ruidos en la casa
y es posible que sean los fantasmas o
algún ropero algún olvido que se desarman

o nuestros besos de hace un tiempo serán
que aprovechan la soledad
ya para desamarse y caer
y deshacerse en polvo sobre el piso

¿será posible?
el finísimo ruido que hacen no me deja dormir
pero hoy también me sentí solo
en el pasillo donde nos desgarramos una vez

no del furor de los vecinos ni
de las colonias africanas o
del fondo del espejo sino
de mí mismo es que vuelves y vuelves.



EL CUADERNO

[A Juan Bañuelos]

Los que dicen que escriben versos
mejor que los dioses, no serán
castigados como Niobe, que tejía
mejor que las diosas y osó
decirlo y le mataron
los hijos y la convirtieron en mármol. No. Hoy
a esos poetas darán
becas, puestitos, los
nombrarán embajadores y
marmolizarán su respiro.
La palabra está harta de mentiras
y aprueba esa decisión. Tiene
bastante consigo misma, con
preguntarse qué es, quién es,
con no saber si habla entre
el ser y la ficción de ser, mientras
escribe en un cuaderno
donde nada está dicho.



MI ÚNICA PALABRA

eres/
mi única palabra/
no sé/
tu nombre



EL LADRÓN

En la noche silenciosa y oscura,
huyendo de toda presencia humana o animal,
evitando los ruidos, furtivamente roba
fuego de las palabras y palabras del fuego
para sí, para todos, para el amor que no conocerá
algún día
y la ceniza fría le castiga las manos.



ESTOY SENTADO COMO UN INVÁLIDO EN EL DESIERTO DE MI DESEO DE TI

Me he acostumbrado a beber la noche lentamente,
porque sé que la habitas, no importa dónde,
poblándola de sueños.

El viento de la noche abate estrellas temblorosas en
mis manos, que aún no se conforman, viudas inconsolables
de tu pelo.

En mi corazón se agitan los pájaros que en él sembraste
y a veces les daría la libertad que exigen
para volver a ti, con el helado filo del cuchillo.

Pero no puede ser. Porque estás tan en mí, tan viva
en mí, que si me muero a ti te moriría.



 FUGAS

La velocidad de la palabra no es
la velocidad de la sangre y no sé
quién traiciona a quién. ¿Cómo
se encima el horizonte
a la palabra cuándo, a su
cortejo de esperas que todo cambiarán?
La noche cae y se consuela,
pero caer no es un consuelo para mí.
Estoy parado en el espanto
mientras cantan los rostros del día y
no sé quién miente, ellos o yo. Al fondo pasa
el animal que huye
a gran velocidad.



HEMOS COMIDO...

hemos comido
hemos bebido
hemos hecho el amor como es debido

¿te puedo hablar oh cuerpo
que abrigaste mis furias?
hemos andado toda la noche
y gemido
y gozado
y creído en la vida

pero mejor callar ahora hay sol
y eso es bueno o llueve
y es mejor y cantan
todos los pajaritos del mundo o todos

los pajaritos que
nacen vuelan y mueren
entre nosotros dos
entre nosotros dos



AUSENCIA DE AMOR

Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.

Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobre cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.

Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.

Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.



COMENTARIO I
                                                       
                                                      (Santa teresa)

querido amor que partís como un pájaro
acostado sobre los horizontes
¿estará bien darnos todos al todo/sin
ser parte de nada/ni siquiera del vuelo que

te lleva?/¿piensan hermanas y hermanos
que rodeando se puede llegar/o
partiendo y quedándose a la vez se llega
a la unidad buscada como manjar celeste?

o sea/dura es la vida o esta
salud que cavo para encontrarte como luz!
o palabra/ramita donde te poses como
la mano tuya sobre mi corazón.



CERTEZAS

[A Alberto Díaz]

A ver cómo es.
Estaba quieta la inquietud por una vez.
La desazón en sazón y
¡cómo se parecía el mundo a Gerarda
envuelta en sensaciones de encaje!
Las palabras chocan contra la tarde y no la descomponen y
la furia no me deja solo conmigo.

Hay mucha sombra militar que no me deja solo en la esquina
donde Gerarda y yo decíamos “te soy” para decir
“me soy”, en vos, que te fuiste a vivir con los muertos.
¿Eso se hace?
La primavera vive sin pensar,
pero yo no soy la primavera,
cuento huesos y sangre del sueño que vendrá.
También nosotros soñamos sobre sangre que vendrá.
En el revés del mundo crece el cosmos
y Gerarda está allí,
donde nuestro dolor será nada.



EL CUCHILLO

mi mano sobre tus pechos la cocina
en reposo a esa hora el café
que hirvió el hablar en voz baja
para no molestar a la dulzura de nuestros
cuerpos
que temblaban o brillaban
con una especie de luz como el cuchillo que
usaste
mientras estaba en tu mano.



PAÑUELOS

[a mi madre]

El color del domingo bueno
parece una mujer que sube
la cuesta de su deseo
y hunde sus
dedos
en mí. Roza
ojos que buscan
en lo que pasa nunca más.
La tarde envuelve con pañuelos de seda
la fabricación de una congoja.
Ella avanza hasta
lo que temblamos.



POEMA

[a Mara]

Tu voz
interrumpe el mundo
y le da otra palabra. Ahora gira
en los silencios del sol. Tiene
mares y tu idea del mar
es más bella que el mar. Islas
que son cuando hablás y
se van cuando callás
a su isla que se hunde
en movimientos de mi vida
y un reloj finge que
nuestros cuerpos duermen.



ESCRIBO EN EL OLVIDO...

Escribo en el olvido
en cada fuego de la noche
cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces extranjera.



BRILLOS

En la terraza
la niña mira a la luna
y se hace el amor.
¿Quién brilla para quién?
Ella canta canciones oscuras
al universo que tiembla.



COMENTARIO VI

      (santa teresa)

esta secreta unión que pasa
en un punto muy interior del alma/
que debe ser donde estás vos/y donde
tales son el deleite y la gloria y demás

criaturas que pasan/conunidas como
aguas de cielo que van a río entrando a mar/o manos
que por lados contrarios se hacen una/
o sustento que me sustenta/así me sos

como madera en el palito/aunque
mayor dolor queda después/y deseo mayor porque crece
el amar cuando más se descubre
la delicia de vos/y vienen ansias como rayos

que abrasan y retardan el morir/y luego
sin saber cómo ni cuándo/sin
mover mano ni pie/cae un golpe de fuego que hace polvo
cuanto alentamos cuanto respiramos

al interior de esta pasión/
y suelta queda la pena como un animal
que también es noticia de vos/tierra mía
de la que estoy atado y desatado/

y rara ausencia/rara compañía/
que nadie es sino vos/
y yo como alguno colgado que
ni toca tierra ni al cielo puede subir

como conciencia de un tormento/
padecer o desdicha/que es gota de agua en el grande
oceano de el calor de vos/mariposita honda/
libre en la toda luz que das.



COSTUMBRES

no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal.



COMENTARIO XXXVII

desnudo el viejo hombre va
a tu subido amor el día
que has de salir a vistas y hablas /
pequeñuela de pechos no

crecidos como desamparos
sino como albas / como tablas
de cedro donde el alto amor
defiende a la esposa como

muro de paz o yerbas donde
tu labio es sí como dos pechos
o puertas donde entrás a mí
como perfecta / como luz /

como calor donde crepitan
mis manos que el otoño ya
deja caer como hojas llenas
de luna clara como voces
puras que vuelan / pajaritos
de estos pesares / estas penas/
que me pisás como verdad
desordenando mis furores.



EPITAFIO

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.



CASUALIDADES

se aprende gente a gente
que esto no es coser y cantar
aunque se cante aunque se cosa

¿cómo habrá de cantarme a estas alturas
toda la población que me pedaza
mitad hacia el furor mitad hacia el dulzor?
¿cómo habrán de cosérmela?

sinceramente no sé
no vine a preguntar cosas difíciles
los habitantes del amor
están roncos de tanto pensar.



COMENTARIO XXXVIII

      (roberto firpo)

cómo conservo este cariño
de vos a vos/ amora mía/
ardor que sube del pasado
como tu pura voz/cielito

que no cielás la soledad
como pedazo de vos/fuego
en que ardo como porvenir
de tu hermosura abierta como

llama de vos o claridad
del arbolito que crecía
en tu jardín o gloria de
vos/dando olor a suavidad.



LO QUE PASA

Yo te entregué mi sangre, mis sonidos,
mis manos, mi cabeza,
y lo que es más, mi soledad, la gran señora,
como un día de mayo dulcísimo de otoño,
y lo que es más aún, todo mi olvido
para que lo deshagas y dures en la noche,
en la tormenta, en la desgracia,
y más aún, te di mi muerte,
veré subir tu rostro entre el oleaje de las sombras,
y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo
                                                       como un fuego,
y me destruyes, me construyes, eres oscura como la luz.



COMENTARIO IV

      (santa teresa)

y habiendo muchos pajaritos y silbos en la /
parte superior del pensamiento o cabeza / y ruidos
en la cabeza como un mar / o lamentos /
o vientos o movimientos / soles

que chocan entre sí / se apagan / arden / o potencias
como miles de bestias que pisan
el arrabal del alma / es decir padeciendo
los trabajos terribles / aún así
ocurre el alma entera en su quietud /
o deseo / o claridad no tocada
por pena / menosprecio / miseria /
sufrimiento o ruindad / entonces

¿qué es esta paz sin venganza / o memoria
del cielo por venir / o ternura
que baja de tus manos / manantial
donde los pajaritos de la parte superior del pensamiento
van a beber / pían dulces / o callan
como luz que viniese de vos / alita
que vuela suave sobre guerra y fatiga
como vuelo de la misma pasión?



NOTA I

te nombraré veces y veces.
me acostaré con vos noche y día.
noches y días con vos.
me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te mostraré mi rabioso corazón.
te pisaré loco de furia.
te mataré los pedacitos.
te mataré uno con paco.
otro lo mato con rodolfo.
con haroldo te mato un pedacito más.
te mataré con mi hijo en la mano.
voy a venir con diana y te mataré.
voy a venir con jote y te mataré.
te voy a matar, derrota.
nunca me faltará un rostro amado para
matarte otra vez.
vivo o muerto/un rostro amado. 
hasta que mueras
dolida como estás/ya lo sé.
te voy a matar/yo
te voy a matar.



NOTA XXII

huesos que fuego a tanto amor han dado 
exiliados del sur sin casa o número 
ahora desueñan tanto sueño roto 
una fatiga les distrae el alma 

por el dolor pasean como niños 
bajo la lluvia ajena/una mujer 
habla en voz baja con sus pedacitos 
como acunándoles no ser/o nunca 

se fueron del país o patria o puma 
que recorría la belleza como 
dicha infeliz/país de la memoria 

donde nací/morí/tuve sustancia/ 
huesitos que junté para encender/ 
tierra que me entierraba para siempre.



NOTA XXVII 

de lo posible a lo probable/del 
sueño a la realidad hay como 
mares/playas nocturnas donde 
animales de pico descarnan 
formas mojadas por los jugos 
del corazón/así/viajamos 
del pecho al seco sol que dora 
la maravilla/o existir.



XXIV

amarte es esto:
una palabra que está por decir/
un arbolito sin hojas
que da sombra/
amarti es istu:
un aula qui va a dizer/
un arvulicu sin folyas
qui da solombra/



LA ESQUINA

Anteaman los perdidos en la desolación. Las
derrotas de la libertad y
los jóvenes que nunca llegaron
callan en mi umbral.
¿Qué fue de tanto padre entre dos sogas?
Las vidas que perdí
ahí están, reclamando.
Esto no es un poema.
Hablo de lo que fue.
De mi hijo, donde cabía
tanto mar y cupo tanta sombra.
¡A ver si se presenta la palabra!
¡A ver si se puede!
¡Ahí da vuelta la esquina
para no verme más!



LA COSA

Bajo las líneas que aquí yacen
hay una criatura acostumbrada a combatir
contra el dolor, contra la muerte.

Tal vez por ello amó melodramas,
historias lamentables de sus contemporáneos,
con desesperación, como se dice.

Como un borracho lento caminó por las calles,
tambaleó sosteniendo el peso de la vida,
de su rostro sólo supo cómo ya no iba a ser.

Ese rostro besaba entre el oleaje de la noche.



PREGUNTAS

Ya que navegas por mi sangre
y conoces mis límites,
y me despiertas en la mitad del día
para acostarme en tu recuerdo
y eres furia de mi paciencia para mí,
dime qué diablos hago,
por qué te necesito,
quien eres, muda, sola, recorriéndome,
razón de mi pasión,
por qué quiero llenarte solamente de mí,
y abarcarte, acabarte, 
mezclarme en tus cabellos
y eres única patria
contra las bestias del olvido.



LA FORMA

Alma que ahora pensás: decí por qué en amor la soledad es forma de la luz.



PRESENCIA DEL OTOÑO

Debí decir te amo.
Pero estaba el otoño haciendo señas,
clavándome sus puertas en el alma.

Amada, tú, recíbelo.
Vete por él, transporta tu dulzura
por su dulzura madre.
Vete por él, por él, otoño duro,
otoño suave en quien reclino mi aire.

Vete por él, amada.
No soy yo él que te ama este minuto.
Es él en mí, su invento.
Un lento asesinato de ternura.



SABER

El poema nada en un viento y brilla.
No sabe quien es hasta
que lo arrastran aquí, donde
seguramente morirá
a la intemperie de las bestias.
Me gustaría entender a las bestias
para entender mi bestia. La
 realidad hace gemir con jadeos de animal.
¿Qué gracia fue ganada en su respiración?
Ninguna que no fuera perdida.
Abajo de lo suave crepita la sospecha.
En estas manos.



UNA MUJER Y UN HOMBRE LLEVADOS POR LA VIDA...

Una mujer y un hombre llevados por la vida,
una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche, desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz, 
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria,
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.



ASÍ ES ASÍ ES

es buena y bella como el mar
es oscura anterior rostros de mi silencio
ella es inmensa bajo el sol
en la noche crepita su profundo animal
tierra sin descubrir
no tenés nombre todavía



SEFINÍ 

basta por esta noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de ti
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar.




POEMAS DE LOS LIBROS:

  • Violín y otras cuestiones (1956)
  • Velorio del solo (1961)
  • Gotán (1962) 
  • Cólera buey (1962-1968)
  • Los poemas de Sidney West  (1969)
  • Citas y comentarioS (1978-1979)
  • Salarios del impío  (1993)
  • Dibaxu (1994)
  • Valer la pena (2002)
  • País que fué será (2001-2004) 

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