Nosotros y los otros. Reflexión sobre la diversidad humana . Tzvetan Todorov




Sí, quiero contarles acerca de un libro excepcional que he releído últimamente, se trata de un ensayo que fue escrito aproximadamente en el tiempo en que nací, publicado en Siglo XXI Editores, del cual obtuve las coordenadas ideológicas que orientaron significativamente en el plano intelectual mi postura y opiniones con respecto a esta temática que me apasiona. Bien pues esta disertación consta de 5 partes:

1.- Lo universal y lo relativo. La fragmentación de la homogeneidad del hombre y el intento de universalizarlo, es algo que ha inquietado a pensadores de múltiples épocas, pero fue durante la ilustración cuando se revitalizó y se formalizó este ambicioso proyecto.  ¿Cómo surgieron doctrinas perjuiciosas producto de la filosofía de las luces, del espíritu clásico? El autor nos responde revisando el origen de los valores, escudriñando en las divagaciones de personajes históricos que han con su antihumanismo, etnocentrismo, egocentrismo, nacionalismo y cientificismo creado este escenario devastador.  Continuando con la cuestión inicial, ¿En qué debemos fundamentar este estado universal?  Si partimos de la naturaleza humana como Thomas Hobbes y creemos que la condición innata del individuo es el estado de guerra (bellum omnium contra omnes) o tal vez como Denis Diderot quien edifica el comportamiento en ella; para Condorcet  es la misma en todas partes y puesto que nuestra capacidad racional pertenece indiscutiblemente a su constitución, es igualmente universal, sólo la razón distingue la justicia y los principios de ésta son iguales en todos lados, por lo tanto es preciso que las leyes también lo sean. 


Montesquieu concebía una política más apegada al derecho natural y a los determinaciones físicas, sociales e históricas de una nación. Para Michel de Montaigne, las leyes se basan no en la verdad o en la naturaleza, sino en la tradición y lo arbitrario; incurre en etnocentrismo pues atenúa la costumbre de principio universal. Después ejemplifica el relativismo radical de Claude Lévi -Strauss:    “ninguna sociedad es absolutamente mala…” (Tristes Tropiques, p. 347), “quienes no piensan así caen en el absurdo de declarar una cultura superior a otra” (Anthropologie structurale deus, p. 413) Podemos deducir de estas afirmaciones que toda sociedad es imperfecta, que ninguna es mejor que otra, consecuentemente de acuerdo al etnólogo el totalitarismo vale lo mismo que la democracia. 


Cena de los Filósofos. Jean Huber. 1772. Voltaire, Diderot, Condorcet, D'Alembert  

Elogia a la sociedad primitiva y critica a la nuestra, su determinismo cultural proviene de una tradición de pensadores franceses antihumanistas: Bonald, Banés, Gobineau, todos enérgicamente opuestos a los cruzamientos entre culturas, pues las dos fuentes intelectuales de la etnología son igual de herméticas al humanismo, -la filosofía nacionalista alemana de Herder y Fitche y el empirismo conservador de Burkey- y otros dogmas sensibles a las diferencias de nacionalidad, clase, jerarquía, más que a su unidad. El estructuralismo profundiza en el estudio del hombre sin considerar su subjetividad.




Lévi-Strauss en Mato Grosso Brasil, en 1936 en la ruta de los caníbales, en contacto con la población indígena


2.- RAZAS .- Nos dice el ensayista que F. Bernier en 1684 emplea por primera vez la palabra raza y gradualmente relata la historia del racismo, las disquisiciones de Linneo sobre las <<especies humanas>>. Voltaire en el Traté de metaphysique distingue entre razas humanas, animales y vegetales, por lo que renuncia a la unanimidad de la especie, simpatizando más con la descripción de razas de Buffon, partidario del monogenismo (paradigma monopolista alrededor de los antropólogos del siglo pasado) y de la teoría de la degeneración de orígenes raciales cuyos arquetipos bíblicos inmediatos son Adán y Eva. Enunciaciones que connotan un racialismo vulgar son mencionadas en este capítulo: Renan, “La raza superior blanca posee el rasgo soberano de la belleza” (Historie géneral, p. 576) . “La naturaleza ha hecho una raza de obreros, que es la raza china; una raza de trabajadores de la tierra, que es la negra, una raza de amos y soldados, que es la raza europea” (La réforme intellectuelle  et morale, p. 390). Encontramos un determinismo lingüístico en Gobineau, quien se opone a las teoría del progreso: “un pueblo no morirá jamás, si permaneciera eternamente compuesto por los mismos elementos nacionales” (Essai, p. 170). “Todos los procedimientos gramaticales provienen directamente de la forma en que cada raza trata el pensamiento” (p. 943). Nuevamente Renan:  “La raza que habla sánscrito es una raza aristocrática y conquistadora” (L’origine du langage). 




Fuente: Ethnologue 2020




Lenguas más habladas del mundo y países con el mayor número de ellas. Fuente: Ethnologue 2019

Concluye este apartado con la función del racialismo como cientificismo, que usa a la ciencia para amparar una ideología: presenciamos el subyugo de la ética ante la omnipotencia del método científico. Hippolyte Taine: “El único soberano por derecho divino es la razón, la mayoría no tiene poder, más que cuando se supone representa a la razón ( L’avenir de la science, p. 1001).



Estatua de Buffon en el Jardín des Plantes de París.

Renan: “La ciencia es el alma de una sociedad, ya que la ciencia es la razón. Es ella la que crea la superioridad militar e industrial. La ciencia coloca la fuerza al servicio de la razón” (L’islamisme et la science” p.960) He aquí la negación y abolición de la libertad humana, proclamar el reinado absoluto del determinismo, exigir resultados científicos ante especulaciones religiosas. Enfatiza que el cientificismo y no el humanismo contribuyó a consolidar los cimientos ideológicos del totalitarismo. 


Estatua de Renan en la plaza de Tréguier en Francia.


3. NACIONES.- Primeramente vislumbramos la dicotomía hombre-ciudadano, el conflicto de pertenecer a una sociedad –el ser ciudadano-  y ser juzgado por principios políticos y el ser hombre y ser juzgado a partir de principios éticos. El nacionalismo cultural ensalza la exclusividad específica de una nación y de sus obras. Representantes por supuesto que tenemos a Jean- Jacques Rousseau: “ Un niño al abrir los ojos, debe ver la patria, y hasta su muerte no debe ver más que esta” (consideération sur le gouverment de Pologne, IV, p.966). El mensaje que nos transmite es el sentido de la educación cívica en la inculcación del patriotismo. Para este filósofo, “no comenzamos propiamente a convertirnos en hombres más que despús de haber sido ciudadanos” (Contract social, p. 287). Consecuentemente obtenemos una visión trágica y dramática de la condición humana. Continúa plasmando el orgullo nacionalista de Tocqueville, quien aunque estaba en contra de la esclavitud, trato de justificar decorosamente el colonialismo en nombre del principio humanitario falaz de expandir la civilización: “Yo jamás dude un instante del triunfo de ustedes, que es el del cristianismo y la civilización” (Lettre a Lord Hatherton, p. 423). “Hemos convertido a la sociedad musulmana en mucho más miserable, más ignorante y más bárbara de lo que  era antes que nos conociese” (Rapport sur l’Algerie, p. 323).” La conservación de las colonias es necesaria para la fuerza y grandeza de Francia” (L’emancipation, p. 84), fenomenología cáduca del colonialismo bajo la sombra de la diseminación global del liberalismo, divorcio fatídico entre moral y política.

Jules Michelet, ¿nacionalista galo?: “Francia está destinada a ser <<el piloto de la nave de la humanidad>> y es quien conduce al mundo por la <<ruta misteriosa del porvenir>> (Introduction a l´historie universelle, p. 258) “ Este pueblo, más que ningún otro es con toda la excelencia y la fuerza de la expresión una verdadera sociedad” (Le peuple p.62). ¡Ah! Péguy encumbra la bondad de los conflictos bélicos a favor de las causas justas, antepone la hegemonía de la justicia sobre la vida y pues claro que proyecta una ética deficiente pues el interés de un país obre una ética prefigurada acaba en un nihilismo ponzoñoso que aniquila la libertad del individuo anclada afanosamente en los principios humanistas. La xenofobia y la judeofobia  aparecen como repercusiones funestas del nacionalismo así como las legitimaciones del colonialismo, maquillado con alguna ideología contradictoria e incompatible para justificar una política, por ejemplo presentada en el formato de “asimilación” que pretende la transformación de las razas indígenas para moldearlas a imagen del pueblo conquistador, creyendo que ésta es la encaranción perfecta de los valores universales, “Asociación" es desde luego un tipo de colonialismo proteccionista en el cúal la metrópoli se apodera del control militar y económico, pero delega a la autoridad local indígena la facultad de escoger instituciones apropiadas, así como administar asuntos del orden público. 



Estatua de Alexis de Tocqueville  en la ciudad de Saint Lô, Francia


4.- LO EXÓTICO.- Todo exotismo puede considerarse un relativismo, a veces radical en el caso de Víctor Segalen en su definción: “El exotismo es todo aquello que es otro” (Équipeé p. 513). Es pues de algún modo la noción de diferente, la percepción de lo diverso, el conocimiento de que alguna cosa no es uno mismo. Rousseau en el mito del buen salvaje expone su concepción del mundo y de la historia y sitúa en la cima de su jerarquía a los pueblos primitivos. “Les Natchez”, de Chateaubriand es una crítica a este mito en el que apreciamos un texto complejo de la lucha del universalismo contra el etnocentrismo, y la descripción del mundo con la del yo. 



Retrato de un caballero (Jean-Jacques Rousseau). Antonio Pesne. Óleo sobre lienzo.

De la experiencia de sus viajes se desprende que el mejor conocimiento de los otros puede permitir el mejoramiento de nosotros mismos, aunque no deja de pregonar una imagen tendenciosa  del islam. Sobre los turcos escribe: “se pasan la vida asolando el mundo o durmiendo sobre una alfombra en medio de mujeres y perfumes”. En su paso por América, Antonin Artaud rechaza al México contemporáneo al aspirar a encontrar restos del México antiguo.


Estatua de François Rene de Chateaubriand en Saint-Malo, Francia

5.- MODERACIÓN . Retornamos a Montesquieu quien reconoce la pluralidad de ambientes geográficos y culturales en su monumental obra El espíritu de las leyes , en ella propone la moderación como el núcleo de su filosofía política. El poder por ningún motivo cederá ante el absolutismo ni ante lo unidireccional de su aglutinación. La moderación-legalidad, el fortuito sentido de las leyes es la garantía mínima elemental en su transitar evolutivo contra la arbitrariedad de la fuerza.  La legalidad blinda el derecho a la libertad, la repartición de poderes nos permite gozar de este beneficio intangible. Finaliza este maravilloso ensayo formulándose la manera en que debe desempeñarse nuestra conducta respecto a aquellos a quienes son ajenos a nuestra comunidad, la solución que promulga es evitar fundar nuestros razonamientos sobre una distinción como esa. Subraya las intenciones universalistas como antifaz del etnocentrismo. Universalismo = Imperialismo. Nos incita a acolchonar un humanismo con valores y principios del exterior. Un antídoto contra el racismo  incluye la nulificación de las jerarquías de los seres, almidonada con un biologismo ingenuo. Se inclina por un equilibrio de las estructuras sociales. La otredad emerge del abismo como la redención de las almas del infierno reclamando lo terreno, la variabilidad de nuestra singularidad es la incógnita perpetua, un mal moderno a resolver. La integración derivable de lo fraccionario.

Primera edición del De l'esprit des loix

Octavio Paz propone recursos para mitigar esta mortificación: la poesía y el amor; afirma  la importancia de aceptar la pluralidad de las razas y las culturas como una condición para lograr una convivencia armoniosa en el mundo: "... en el siglo XX hemos descubierto al hombre plural, distinto en cada parte. La universalidad para nosotros no debe ser el diálogo de la razón sino el diálogo de los hombres y las culturas. Universalidad significa pluralidad". ( Hombres en su siglo. México. Seix Barral. 1990, p. 77)

El diálogo de la poesía, el encuentro y la comunicación de los cuerpos y de las almas,  la conversión amor, son los remedios para esta bifurcación. Continúa  la indagación que empezaron los poetas románticos y los malditos. Gérard de Nerval, Lautréamont, Rimbaud.

Esta obra ha sido un clásico que funge como plataforma para los estudios de la alteridad. Contemplar nuestra diversidad y la relatividad de nuestros juicios a un tiempo, a un lugar, a un contexto es algo por lo que Todorov , -Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2008- siempre apostó incluso ante las amenazas actuales de la dominación norteamericana en la estandarización del consumo y los patrones culturales.  Parábola de la fusión de Europa del Este y Oeste, comprometido inalcanzablemente con los ideales de libertad,  igualdad, solidaridad y justicia, Todorov nos recuerda similarmente como en legendario poema de Paz que:

"... la vida no es de nadie, todos somos
la vida -pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos-,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
la vida que nos desvía y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos..."


(Fragmento del poema Piedra de Sol, en Libertad bajo palabra)



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